sábado, 20 de agosto de 2011

Nos Odian los Rumanos via Ramón Ojeda Mestre


Me dijo de repente Ion Vladimirescu: nosotros odiamos a los mexicanos. Pensé que
no estaba traduciendo bien él o yo, porque su francés era tan malo como el mío,
él no habla español y yo tampoco el rumano, ni el búlgaro, el ruso o el húngaro
que él domina, según me explicó, gracias a los países en los que ha trabajado.


No sé si hablaba en serio, pues su rostro no decía nada. El hecho es que
empezó a comentar que conocía bien México porque había trabajado por todo el
país en cuestiones deportivas a raíz de la fama de Nadia Comaneci, la gimnasta
que se llevó las de oro en las Olimpiadas. Y se soltó explicándome: los odiamos
a ustedes porque pueden tirar basura en todos lados sin que nadie les diga nada,
nosotros en Rumania tenemos que mantener las carreteras limpias de residuos
porque nos va muy mal si tiramos algo y hemos sido educados rígidamente para no
ser tan mugrosos como ustedes, que creen que su país es un basurero en campos y
ciudades; en sus carreteras no se puede ver el paisaje, de tantos anuncios que
ponen para destacar su libertad de comercio pero también logran afear todo. Un
día estuve en Guanajuato, dijo, en una cosa que llaman festival Cervantino, y
parecía concurso a ver quién dejaba más desechos en los parques, calles y
teatros.

Maldito Vladimirescu, nos estaba criticando feo y luego siguió,
espetando que qué bueno que nosotros habíamos regalado los ferrocarriles a los
extranjeros, porque así no tenían que mantenerlos como los rumanos que estaban
muy retrasados y sin limpieza. Claro, me dijo, nosotros viajamos por todo el
país y movemos la carga y los productos agrícolas sobre todo, puesto que no
desperdiciamos un metro, a muy bajo costo y con horarios fijos. Te vas de
Bucarest a Timisoara dormido en una cama muy cómoda en la noche y llegas
tempranito a trabajar. En cambio ustedes los mexicanos, como son ricos y como
regalaron los trenes, ahora tienen que viajar en autobuses incómodos y con baños
poco asépticos o en aviones carísimos. Nuestros ríos en Rumania están
limpísimos. Siempre ves a alguien pescando en las orillas, en cambio ustedes
como son muy libres y no tienen autoridades dictatoriales, pueden descargar
todas las aguas negras a sus ríos y barrancas cuando se les da la gana, total,
si no pueden nadar ni pescar en los ríos qué importa, lo que es trascendente es
que sean libres.

Ustedes los mexicanos son más ricos porque les dan
permiso de cortar todos los árboles que quieran y no tienen que pedir permiso a
nadie, en cambio nosotros tenemos los montes llenos de bosques y se ven hermosos
los Cárpatos, pero si cortamos un árbol sin permiso de las duras autoridades,
podemos ir a la cárcel que es horrible y sucia, no como las de ustedes tan
limpias y cómodas como las hemos visto en la televisión, llenas de pequeños
empresarios dedicados al libre mercado de los estupefacientes. Entendí la
jiribilla del perverso Vladimirescu pariente de Drácula, y decidí pasarle un
strike con una screwball, diciéndole que afortunadamente en mi país no se tenía
que escapar Herta Müller la premio Nobel de Literatura de 2009 por la
intolerancia, y el rumano me reviró restregando que eso era cierto, pero que
ellos no tenían a 10 millones de emigrantes en Estados Unidos, que seguramente
vivían felices separados de sus esposas y familia disfrutando del tratamiento
tan cariñoso que les dan allá a los latinoamericanos.

Siguió con la
perorata de que sus carreteras no tienen anuncios espectaculares que afean el
paisaje y aturden al conductor causándole accidentes y que sus bosques están
hermosos y sus ríos limpios por ese país que recorre el Danubio y sus miles de
afluentes, y me dejó pensando con eso de que ellos son más pobres pero aún
tienen ferrocarriles y nosotros ni eso; y decidí cortar la conversación sin
entender por qué nos odian los rumanos. 

jueves, 18 de agosto de 2011

Recuerda........


Que siempre existen tres enfoques en cada historia: mi verdad, tu verdad y la Verdad.
Que toma mucho tiempo llegar a ser la persona que deseas ser.
Que es mas fácil reaccionar que pensar.

Que podemos hacer mucho más cosas de las que creemos poder hacer.

 Que no importan nuestras circunstancias, lo importante es cómo interpretamos nuestras circunstancias.

 Que no podemos forzar a una persona a amarnos, únicamente podemos ser alguien que ama.

 El resto depende de los demás.

 Que requiere años desarrollar la confianza y un segundo destruirla.

 Que dos personas pueden observar la misma cosa, y ver algo totalmente diferente.

Que las personas honestas tienen mas éxito al paso del tiempo.

Que podemos escribir o hablar de nuestros sentimientos, para aliviar mucho dolor.

Que no importa qué tan lejos he estado de DIOS, siempre me vuelve a recibir.

Que todos somos responsables de nuestros actos.

Que existen personas que me quieren mucho, pero no saben expresarlo.

Que puedo hacer todo o nada con mi mejor amigo y siempre gozar el momento.

Que a veces las personas que menos esperamos, son las primeras en apoyarte en los momentos más difíciles.

Que la madurez tiene que ver más con la experiencia que hemos vivido, y no tanto con los años que hemos cumplido.

Que hay dos días de la semana por los que no debemos de preocuparnos: ayer y mañana.El único momento valioso es AHORA.

Que aunque quiera mucho a la gente, algunas personas no me devolverán ese amor.

Que no debemos competir contra lo mejor de otros, sino competir con lo mejor de mí.

Que puedo hacer algo por impulso y arrepentirme el resto de mi vida.

Que la pasión de un sentimiento desaparece rápidamente.

Que si no controlo mi actitud, mi actitud me controlara a mí.

Que nunca debo decirle a un niño que sus sueños son ridículos, que tal si me cree?

Que es más importante que me perdone a mi mismo a que otros me perdonen.

Que no importa si mi corazón está herido, el mundo sigue girando.

Que la violencia atrae más violencia.

Que decir una verdad a medias es peor que una mentira.

Que las personas que critican a los demás, también me criticarán cuando tengan la oportunidad.

Que es difícil ser positivo cuando estoy cansado.

Que hay mucha diferencia entre la perfección y la excelencia.

Que los políticos hablan igual en todos los idiomas.

Que es mucho mejor expresar mis sentimientos, que guardarlos dentro de mí.

Que al final de la vida me doy cuenta que las únicas cosas que valieron la pena son:

Mi familia, un grupo muy selecto de amigos y unas experiencias que me dieron crecimiento personal.


Para ser exitosos no tenemos que hacer cosas extraordinarias:

Hagamos cosas ordinarias, extraordinariamente bien.
 
"Si alguna vez no te dan una sonrisa esperada, se generoso y da la tuya, porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como aquel que no sabe sonreir"                                                                           Via Reflexiones que nos llegan al Alma